Me llamo Laia y tengo 3 añitos.
Me gusta mucho bailar, cantar, los macarrones y, como buena valenciana, la paella.
Soy tímida y cariñosa. Y ahora que me conocéis un poco os contaré cómo empezó mi camino con el Síndrome de Sturge Weber.

A 3 días de cumplir 4 meses y a las puertas de la Semana Santa les di un buen susto a mis papás.
Tomándome el bibe de la noche me quedé con la mirada fija, aunque era algo muy sutil a mis papas les preocupó , y con razón , porque a partir de ahí los hospitales serían nuestra segunda residencia y las continuas visitas a distintos especialistas nuestro día a día.

Aunque nos costó en un primer momento encontrar una medicación para estabilizar mis crisis, con el tiempo se complicaron y pasé muchos ingresos, pero a día de hoy estoy muy bien y con las crisis controladas.

Mis papás me dicen que en este camino tenemos muchos amigos que nos quieren y nos apoyan y por supuesto un gran apoyo de la familia. A todos les estamos muy agradecidos.

Y no puede faltar esta pequeña gran familia que hemos formado para ayudarnos y que espero permita que se investigue sobre nuestra enfermedad para poder mejorar nuestra salud y calidad de vida.

Muchas gracias a todos por estar ahí.