Nuestra historia empieza el 12 de Febrero de 2015, Ivet era una niña muy esperada por toda la familia.

Recuerdo ese día con tristeza, rabia y mucha felicidad a la vez.
Nuestra princesa nació con un angioma que ocupaba su media carita, en un principio y después de una serie de pruebas los médicos creyeron que tan solo se trataba de una mancha, ella estaba desarrollándose de manera normal, pero no fue así… con 4 meses, una mañana de paseo, Ivet empezó a llorar sin parar, algo dentro de mí me dijo que esa manchita era algo más y así fue, después de tres días en la UCI con convulsiones nos dieron la noticia, su hija padece Sturge Weber.

Y el mundo se me cayó encima, empecé a buscar información y todo lo que leía me dolía aún más hasta que un día encontré a una mamá en mi misma situación, que me tranquilizó en muchas ocasiones y me introdujo a esta gran familia que es la Asociación Española Síndrome de Sturge Weber.

Gracias por dejarme formar parte de vosotros porque ahora sé que Ivet y yo no luchamos solas.